
Aunque MindLenses nació enfocándose en el ictus (infarto o derrame cerebral) y sus secuelas cognitivas, hoy sus indicaciones abarcan un espectro amplio de trastornos neurológicos:
Rehabilitación post-ictus: Su principal uso aprobado es en pacientes que han sufrido un ictus (infarto cerebral o hemorragia) y presentan déficits cognitivos secundarios.
Estos pueden incluir problemas de atención, memoria, funciones visoespaciales (p. ej., negligencia espacial), funciones ejecutivas o lentitud en el procesamiento.
La terapia con MindLenses busca acelerar la recuperación cognitiva tras un primer ictusisrctn.com, potenciando la plasticidad cerebral en ambas mitades del cerebro.
De hecho, está certificado específicamente para el tratamiento de déficits cognitivos post-ictus, y se utiliza en centros de neurorehabilitación de referencia en Europa.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): MindLenses se ha explorado como tratamiento complementario no farmacológico en jóvenes con TDAH.
La combinación de neuromodulación prismática y ejercicios atencionales gamificados podría mejorar la concentración y funciones ejecutivas en estos pacientes.
Restorative Neurotechnologies ha reportado casos de uso exitoso en niños con TDAH, y aunque esta indicación aún no es la principal certificada, forma parte del plan terapéutico en algunos centros especializados, apoyándose en la evidencia de que la estimulación visuo-atencional podría beneficiar a trastornos neurodesarrollativos.
Dificultades de aprendizaje (dislexia): Una de las aplicaciones más innovadoras ha sido en dislexia del desarrollo. Investigaciones recientes han demostrado que la adaptación prismática lateralizada puede recalibrar la atención visual y mejorar habilidades lectoras.
En 2024 se publicó un ensayo clínico aleatorizado en adolescentes con dislexia que mostró resultados muy positivos: aquellos tratados durante 10 semanas con prismen + juegos cognitivos mejoraron significativamente su memoria de trabajo, velocidad de procesamiento y velocidad lectora, en comparación con un grupo en lista de espera.
En otras palabras, MindLenses logró mejoras cognitivas sustanciales en dislexia, evidenciadas por incrementos en índices neuropsicológicos clave (WMI, PSI) y mayor rapidez en la lectura. Este estudio proporciona respaldo científico a su uso en dificultades de lectura, abriendo una vía terapéutica novedosa para escolares con dislexia.
Deterioro cognitivo leve y prevención de demencias: MindLenses también puede emplearse con fines preventivos o de estimulación cognitiva en poblaciones con riesgo de declive cognitivo. Por ejemplo, en adultos mayores con deterioro cognitivo leve o quejas de memoria asociadas a la edad, el entrenamiento cognitivo gamificado sumado a la modulación prismática podría ayudar a mantener funciones mentales.
La terapia se ha planteado como una forma de prevenir o enlentecer el deterioro cognitivo en el envejecimiento Asimismo, en fases iniciales de demencias (como Alzheimer vascular o mixta post-ictus), se podría incorporar para intentar aprovechar cualquier reserva cognitiva y mejorar la atención o funciones conservadas.
Si bien en demencias avanzadas su utilidad es limitada, en etapas leves podría contribuir dentro de un abordaje multidisciplinario.
Otras condiciones neurológicas: Restorative Neurotechnologies menciona el uso de MindLenses tras traumatismos craneoencefálicos (TCE) y en trastornos neurodegenerativos en general.
Cualquier cuadro con alteración de funciones cognitivas de origen neurológico podría ser candidato, siempre que el paciente pueda colaborar con la terapia (por ejemplo, no se indicaría en estados de conciencia muy reducida).
Incluso se ha planteado su aplicación en el ámbito del rendimiento deportivo, para optimizar capacidades cognitivas de atletas (atención, toma de decisiones bajo presión, lo que ilustra la versatilidad del dispositivo. No obstante, su uso principal sigue siendo clínico, enfocado en rehabilitación y neuroeducación.