Cómo detectar signos del espectro autista en la infancia.

trastornos del espectro autista

Los trastornos del espectro autista (TEA) son condiciones del neurodesarrollo que afectan la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Detectarlos en edades tempranas es clave para ofrecer un acompañamiento adecuado que potencie el desarrollo del niño. En esta guía rápida te explicamos cuáles son las señales más comunes en la infancia y cómo se establece el diagnóstico según el trastorno del espectro autista según el DSM-5.


¿Qué son los trastornos del espectro autista?

Los TEA no son una enfermedad, sino una condición neurológica que afecta la forma en que una persona se comunica, percibe el mundo y se relaciona con los demás. El término “espectro” indica que existen diferentes grados y manifestaciones del trastorno: desde personas no verbales con altas necesidades de apoyo, hasta otras que pueden llevar una vida completamente autónoma.


Signos tempranos en bebés y niños pequeños

Aunque cada niño es diferente, algunas señales tempranas de alerta que pueden indicar la presencia de un trastorno del espectro autista son:

Es importante recalcar que estos signos no confirman un diagnóstico, pero sí justifican una evaluación profesional.


Trastorno del espectro autista según el DSM-5

El DSM-5, manual diagnóstico de referencia internacional, agrupa en una sola categoría los distintos subtipos que antes se consideraban separados (autismo, síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo infantil, etc.).

Según el DSM-5, el diagnóstico del TEA se basa en dos grandes áreas:

  1. Déficits en la comunicación e interacción social
  2. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

Además, se clasifica el grado de severidad y la necesidad de apoyo, lo que permite personalizar la intervención.


¿Cuándo y cómo consultar?

Si como madre, padre o educador notas algunas de estas señales, es recomendable acudir a un profesional en desarrollo infantil (pediatra, neuropediatra o psicólogo infantil). La detección temprana no solo facilita el diagnóstico, sino que mejora significativamente el pronóstico con intervenciones adecuadas.


En resumen.

Detectar los signos de los trastornos del espectro autista desde la infancia permite a los niños recibir el apoyo que necesitan para desarrollarse de manera óptima. Conocer los criterios del trastorno del espectro autista según el DSM-5 y observar con atención los primeros años de vida es el primer paso para actuar a tiempo.